El BLW (Baby Led Weaning) o alimentación autorregulada por el bebé está cogiendo fuerza en los últimos años. Cada vez son más las familias que acuden a la consulta de nutrición para pedir información y asesoramiento a cerca de esta modalidad de alimentación infantil. Es un tema que me gusta y me interesa especialmente a raíz de mi reciente maternidad. Cuando queremos empezar con la alimentación complementaria, es totalmente comprensible que haya cierta incertidumbre ya que cada pediatra da unas recomendaciones diferentes. A parte, estas recomendaciones han ido variando de forma notable en las últimas décadas. Voy a intentar aclarar vuestras dudas con toda la información que tengo en mis manos.
¿En qué consiste el BLW?
A partir de los 6 meses de edad el sistema digestivo del bebé ya está preparado para iniciar la alimentación complementaria. El BLW es la introducción alimentaria en forma de alimentos sólidos en vez de purés o triturados. Se le ofrecen al bebé trozos de comida para que pueda manipular con las manos. El propio niño regula la cantidad que quiere comer y se pone la comida en la boca, a su ritmo. Una vez que el pequeño no muestre interés por los alimentos ofrecidos, no le tenemos que forzar a comer más. Lo ideal es compartir las comidas familiares ofreciéndole los mismos alimentos que come el resto. El bebé actúa por imitación, si ve a los adultos comer aprenderá a comer de la misma forma. Este método es ideal para que vaya descubriendo las diferentes formas, los sabores y las texturas de cada alimento.
¿Comerá lo suficiente?
Es importante tener presente que su principal fuente de alimento será la leche, a través de la lactancia materna o de leche de fórmula. La alimentación complementaria, como su nombre indica, no pretende remplazar la lactancia por la comer comida de adultos. Poco a poco irá incorporando alimentos a su dieta hasta que finalmente termine siendo la comida principal.
Al principio comen muy poca cantidad y ensucian mucho, mucho, mucho, pero vale la pena. A estas edades la alimentación tiene un objetivo educacional, no nutricional y, no tenemos que sufrir porque, tal y como hemos dicho, sus necesidades estarán cubiertas por la lactancia materna. Antes de sentar el bebé en la mesa, le daremos su toma de leche y después le ofreceremos la comida a trozos.
Durante las primeras fases, el bebé está aprendiendo a comer y debemos dejarlo que se ponga trozos de alimentos en la boca, que los escupa, que juegue con ellos y que los espachurre por toda la trona.
Beneficios del BLW
- Permite experimentar con sabores, texturas y olores de los alimentos.
- Le permite que aprenda a diferenciar cada alimento por separado. Esto es casi imposible de obtener dándole purés ya que incluyen una mezcla de varios alimentos a la vez.
- Favorece que desde pequeño aprenda a comer solo y los mismos alimentos que el resto de la familia.
- Estimula la psicomotricidad ya que él solo aprende a coger los alimentos y a introducirlos en la boca.
- Favorece la confianza en sí mismo y una sana relación con la comida, que contribuye a gozar de una buena salud a largo plazo.
- El niño estará más abierto a aceptar nuevos alimentos, en un futuro.
¿Cuándo podemos empezar con el BLW?
Existen varios factores para tener en cuenta que nos indicarán si el bebé está preparado para iniciar el BLW:
- Tener 6 meses de edad. Esto es un poco relativo ya que habrá bebés que con 5 meses y medio ya estarán preparados y otros que no lo estarán hasta los 7 meses. Cada niño es diferente.
- Capacidad para mantenerse sentado.
- Pérdida del reflejo de extrusión, que hace que su lengua empuje de manera sistemática cualquier cosa que entre en su boca.
- Muestra de interés por la comida.
- Habilidad por coger objetos y llevárselos a la boca.
Cuando veamos que se dan estas pautas, podremos empezar a ofrecer alimentos sólidos sin temor.
¿Con qué alimentos empezamos?
Si vas al pediatra, seguramente te dará una hojita con los gramos que has de darle de cada fruta o verdura cada semana en un estricto orden. Yo, sinceramente, no le he hecho ni caso porqué me parece ridículo.
Mi recomendación es que te guíes por el sentido común a la hora de escoger qué alimentos dar siempre y cuando no estén contraindicados. Empezaremos introduciendo alimentos naturales, que nos hagan sentir seguros, de uno en uno. Se le ofrecen alimentos enteros saludables, sin sal ni azúcar y lo suficientemente blanditos para que los pueda comer sin necesidad de tener dientes.
Podemos ofrecer:
- Plátano maduro
- Aguacate cortado a lo largo en ¼ o 1/8
- Brócoli al vapor con tallo y cogollo, para que pueda agarrarlo bien
- Patata hervida
- Carne picada
- Boniato o zanahoria al vapor cortados a tiras de unos 2.5 cm
- Peras maduras o cocidas
- Tiras de bistec medio hechas, de aproximadamente de longitud de un puño y medio del bebé.
- Huevos duros o revueltos. Empezaremos por la yema machacada como si fuera ensalada de huevo y si lo tolera bien, le ofreceremos la clara.
- Judías verdes hervidas, …
¿Qué alimentos debemos evitar?
Hay ciertos alimentos que es mejor evitar, al menos al principio. Se tata de alimentos que el bebé puede dividir en trozos grandes con las encías, pero que no puede masticar ni tragar.
- Manzana cruda
- Zanahoria cruda
- Apio crudo
- Alimentos redondos
- Alimentos con migas
Antes del año NO son recomendables:
- Leche de vaca
- Miel
- Crustáceos: cabezas de gambas, de langostinos, de cigalas, …
- Frutos secos enteros
- Palomitas de maíz
- Uvas enteras
- Crema de cacahuetes
- Pez espada, tiburón, atún rojo o conservas de atún
¿Cuántas veces al día debería comer sólidos?
Es recomendable empezar con una comida sólida al día. Podemos decidir cuándo, pero es preferible introducir un alimento nuevo en el desayuno o en el almuerzo y, a ser posible evitar hacerlo por la noche. Las alergias no tienen por qué manifestarse de manera inmediata y si le damos un alimento nuevo por la noche y la reacción se produce mientras duerme, no nos vamos a enterar. En cuanto el bebé parezca ansioso por comer más, será el momento de añadir otra comida con la familia y aumentar la cantidad según sea necesario. No te preocupes porque, llegado el momento, te lo va a hacer saber. Alrededor de los 8 meses de edad, puede realizar tres comidas al día.
¿Y si se atraganta?
Uno de los principales temores de los padres que dan alimentos sólidos es que el bebé se atragante. Es por eso por lo que tenemos que estar siempre presentes cuando se le ofrece comida, y no dejarlo NUNCA solo.
Para evitar los atragantamientos es importante no usar cubiertos ni ponerles los dedos en la boca, intentando sacar un trozo de comida. También es fundamental ofrecerle la comida adecuada, evitando los alimentos no recomendables.
Es normal que haga arcadas ya que es un reflejo involuntario ante un cuerpo extraño dentro de su boca. También puede toser, otro reflejo involuntario.
¿Cuándo debemos intervenir?
Antes de intervenir debemos estar seguros de que se está atragantando. Por ello, resulta una buena técnica de autocontrol contar hasta 5 o hasta 10 cuando empiece a tener dificultades de gestión (como arcadas o tos) para darle la oportunidad de solventarlo por sí solo. Probablemente lo solucione sin necesidad de que tengamos que actuar.
El atragantamiento se produce cuando un trozo de comida u objeto obstruye de manera total las vías respiratorias. Esto implica que el oxigeno no está llegando a los pulmones y el niño no tiene la posibilidad de toser ni de emitir sonidos. Es entonces cuando debemos actuar con la maniobra de Helmich. Es muy recomendable realizar un curso de primeros auxilios para bebés para tener los conocimientos básicos para actuar en caso de que sea necesario.
Antes y durante el proceso, es primordial observar al bebé como interacciona con la comida. No hace falta tener prisa por ofrecer alimentos sólidos, respetar su madurez y necesidades es importante, y rectificar si es necesario. Esta etapa puede ser muy divertida, para ello debemos afrontar la hora de comer de forma relajada y sin prisas.