Actualmente se presenta en la población un trastorno digestivo llamado SIBO (sobrecrecimiento bacteriano) y cada vez vemos más casos en consulta. Su causa es multifactorial y podría ser la razón por la cual se están diagnosticando tantos casos en los últimos años.
Se caracteriza por un aumento excesivo de bacterias en el intestino delgado, pero que son propias del intestino grueso.
Hablemos en profundidad…
¿Qué alteraciones causa el SIBO en nuestro organismo?
A causa del exceso bacteriano se produce un crecimiento de endotoxinas y compuestos bacterianos que, a consecuencia, se genera una inflamación crónica de la mucosa intestinal.
A demás, supone un deterioro de las microvellosidades intestinales y por tanto, a nivel digestivo no se absorben correctamente los nutrientes, generando una posible desnutrición.
Sintomatología común en SIBO
El mayor inconveniente de este trastorno digestivo es el cuadro clínico que presenta, ya que produce al paciente mucho malestar. Son síntomas como:
- Dispepsia
- Plenitud después de las comidas
- Flatulencias (con o sin olor)
- Dolor abdominal
- Diarrea o estreñimiento
- Grasa en las heces
- Pérdida de peso o aumento de peso
- Déficit de vitaminas
- Debilidad de las uñas
- Caída del pelo
- Sequedad de la piel
Padecer uno de estos síntomas de forma eventual, no significa que estemos ante un caso de SIBO, pero si se producen de forma repetitiva e incluso diaria, es motivo de sospecha.
Normalizar el malestar digestivo no es una opción. Comer no debería de suponer un problema, por tanto, si existe sintomatología después de las ingestas, es importante tratarlo y averiguar el origen.
Diagnóstico del SIBO
El diagnostico del SIBO suele hacerse mediante el test de hidrógeno (H2) y metano (CH4) espirado. Se trata de una prueba no invasiva y segura para determinar la cantidad de gases de hidrogeno y metano que se producen en el organismo tras ingerir un tipo de azúcar, en este caso se utiliza la lactulosa. El tiempo estimado son entre 3-5 horas.
Para poder realizar el test es importante realizar una correcta preparación como seguir una dieta específica el día anterior, acudir en ayunas, no masticar chicles ni caramelos, no fumar horas antes y no haber tomado antibióticos semanas previas.
Tratamiento específico para el SIBO
En cuanto se tienen los resultados de las pruebas, si estos son positivos, es importante empezar cuanto antes una dieta específica para que el tratamiento sea lo más efectivo posible y la sintomatología remita.
En concreto se trata de la dieta baja en FODMAP’s. Se basa principalmente en la retirada de hidratos de carbono fermentables y en la eliminación de los azúcares no reabsorbibles como el sorbitol, la sacarina y el aspartamo.
El tratamiento consta de tres fases:
- Retirada total de alimentos altos en FODMAP durante 21 días o más, según necesidad del paciente.
- Reintroducción alimentaria personalizada, una vez el paciente no tenga sintomatología o sea muy leve. Se recomienda reintroducir alimentos de mayor a menor tolerancia.
- Dieta de mantenimiento. Una vez hecha la reintroducción se logra determinar qué alimentos se reincorporan a la dieta diaria y qué otros mantener precaución.
En esta fase, es recomendable también la introducción de enzimas digestivas que facilitarán la correcta digestión y absorción de los alimentos ingeridos. Se toma 1 cápsula con cada comida principal.
¿Antibiótico, necesario o no?
Dentro de la medicina convencional, si el test sale positivo, se prescriben antibióticos vía oral. La toma de antibióticos ayuda en la eliminación de bacterias contaminantes pero debemos tener en cuenta cada caso en particular ya que no será la prioridad tomarlos y muchas veces puede ocasionar más problemas.
La toma únicamente de antibiótico no asegura la recuperación total del SIBO, es necesario también hacer un abordaje dietético óptimo.
Por esta razón, la toma de antibiótico no tiene por qué ser pautada a todo el mundo. A demás, el consumo de estas sustancias químicas altera la microbiota intestinal y tampoco es del todo interesante ya que una vez terminado el tratamiento aún podemos tener más alteraciones a nivel digestivo.
¿Qué alternativas existen?
Los antibióticos naturales. Existen alternativas herbáceas muy buenas como:
- El aceite de orégano
- La alicina
- La berberina
- La artemisa
- La Boswellia serrata
- El extracto de hoja de olivo
¿Qué debo hacer después del tratamiento?
En el caso de la toma de antibióticos químicos, el uso de probióticos es de gran ayuda para restaurar los daños provocados en la microbiota.
Los periodos de ayuno son también muy beneficiosos una vez terminado el tratamiento para SIBO gracias al complejo motor migratorio. Durante estos periodos de ayuno se limpia el tubo digestivo de restos alimenticios e impide el sobrecrecimiento de bacterias.
El SIBO se trata de un trastorno digestivo complejo de tratar ya que se manifiesta en cada persona de una forma diferente y en muchos casos viene acompañado de otras patologías. Es por eso, que se le debe dar mucha importancia a la individualización de casos y adaptar en todo momento a las necesidades del paciente.
El acompañamiento de un profesional en este tipo de situaciones es fundamental, ya que tratarlo por cuenta propia podría llegar a ser contraproducente, si las fases no se realizan correctamente, además de la posibilidad de reaparición del trastorno digestivo, a lo largo del tiempo .