Si sientes molestias digestivas, cómo hinchazón, malestar después de comer, pesadez, largas digestiones o estreñimiento este artículo es para ti.
Uno de los motivos por el que más pacientes acuden a mis servicios de Dietista en Granollers está relacionado con el sistema digestivo. Muchas son las personas que llevan tiempo sufriendo malas digestiones, ardor de estómago, gases, sensación de pesadez y tripa hinchada. Esto sucede por una incorrecta digestión de los alimentos y, por lo tanto, una inadecuada absorción de los nutrientes. Tener una mala digestión hace que nuestro organismo no pueda asimilar los alimentos de forma correcta.
¿Por qué surgen los problemas de digestión?
La alimentación condiciona la salud de nuestro sistema digestivo. Si llevamos una alimentación cargada de azúcares, grasas de mala calidad y harinas refinadas, las probabilidades de que aparezcan problemas de estómago son muy elevadas.
Son muchas las razones que pueden ralentizar el proceso digestivo y disminuir la capacidad de absorción de los nutrientes y eliminación de los desechos. Es muy importante prestarle la suficiente atención al problema antes de que desencadene en otros trastornos más graves.
¿Qué podemos hacer para mejorar las digestiones?
Si prolongamos en el tiempo una alimentación pobre en nutrientes, la probabilidad de que aparezcan problemas de salud, como el estreñimiento o el reflujo o gases, aumenta considerablemente. Cambiar de hábitos alimentarios es la clave para evitar o mitigar los efectos de una mala digestión.
Cada patología digestiva es diferente y requiere un tratamiento individualizado y adaptado a las características y necesidades de cada persona.
Hoy os propongo unas pautas generales para evitar los síntomas de los problemas estomacales, o al menos mitigarlos:
Formas de cocción adecuadas
La manera en la que cocinamos nuestra comida influye directamente en cómo será la digestión después de haberla ingerido. Si utilizamos tipos de cocción agresivas o pesadas, tendremos digestiones más molestas que dificultarán nuestro día.
Los alimentos fritos, además del exceso de calorías que puedan tener, tienen una gran cantidad de grasa que hará más complicada la digestión. Lo recomendable para no tener una digestión tan pesada es sustituir las frituras y los rebozados por técnicas de cocción más suaves y ligeras. Una buena alternativa es cocinar al papillote, al vapor, en el horno, hervidos o a la plancha.
Comer la cantidad de comida adecuada
Realizar comidas copiosas está desaconsejado, sobre todo cuando hay un problema a nivel digestivo. Comer en exceso hace que nuestro sistema digestivo tenga que realizar un sobreesfuerzo para poder digerir todo aquello que ha sido ingerido. El tema no es pasar hambre o reducir drásticamente las cantidades de los menús diarios. Lo ideal es comer de forma racional y que al terminar de comer tengamos la sensación de que hemos ingerido la cantidad correcta de alimentos.
Masticar de forma consciente
Nuestra digestión empieza en la boca. Con la masticación se segregan sustancias enzimáticas que empiezan a romper enlaces de alimentos para ayudar a convertirlos en nutrientes. Si no nos tomamos el tiempo suficiente para masticar los alimentos de forma correcta estaremos cometiendo uno de los errores más comunes y dañinos que se cometen contra el sistema digestivo. Cuando un alimento no está bien masticado, el estómago tiene que trabajar el doble para poder procesar todo lo que recibe y enviarlo hacia los intestinos. Eso hará que la digestión se vea perjudicada ralentizando el proceso.
Comer en un ambiente relajado y agradable
Es muy importante estar presente y tranquilo a la hora de comer. Debemos evitar los lugares ruidosos y los estímulos externos que pueden alterar nuestra digestión. Para ello es recomendable prescindir del televisor y del móvil y crear un ambiente relajado sin temas de conversación que nos puedan alterar. Distraerse mientras se ingieren los alimentos o someterse a tensiones emocionales pueden ralentizar el funcionamiento digestivo provocando que la digestión sea más lenta y pesada.
Moderar el consumo de alimentos picantes
Las comidas picantes pueden estar buenísimas, pero lo cierto es que no son las mejores amigas de nuestro estómago. Aumentan la producción de jugos digestivos y pueden provocar irritación de las mucosas del estómago. Ante un problema digestivo, es mejor evitar el picante y condimentar con otras especies que nos darán sabor a los platos sin dificultarnos la digestión.
Limitar el café
El café se debe limitar, sobre todo con el estómago vacío, porque se trata de una bebida irritante. Su alto contenido en ácido clorogénico puede provocar cierta inflamación en las paredes del estómago. Esta inflamación se acentúa si no hay ningún alimento adicional en el estómago para controlar el impacto. También puede producir ácidos gástricos en exceso que serán los causantes de síntomas como acidez, dolor estomacal, ardor de estómago o la irritación de los intestinos. Además, su contenido en cafeína tiene efecto laxante, acelerando el tránsito intestinal y puede acabar produciendo diarreas.
Evitar los productos lácteos
Hasta un 70% de los adultos padece intolerancia a la lactosa. Esto se debe a la ausencia de una enzima digestiva, la lactasa, que es la encargada de procesar la lactosa, un azúcar que contiene la leche. Aunque no seamos intolerantes a la lactosa, consumir productos lácteos causa que la digestión se vea alterada produciendo problemas digestivos, como hinchazón, gases y diarrea.
Beber poco líquido durante la comida
Para hacer la digestión nuestro estómago segrega jugos gástricos con un pH muy ácido, necesarios para digerir las proteínas. Si bebemos mucho líquido durante la comida, es probable que diluyamos estos jugos y haya menos capacidad de digestión. Si se quiere beber algún líquido durante las comidas, debería ser agua y en poca cantidad.
Evitar el alcohol
Evitar el alcohol es un punto importantísimo a tener en cuenta ante un problema digestivo. El consumo de alcohol se asocia a lesiones de todo el tracto digestivo, lesiones de gastritis aguda y trastornos de la mucosa y de la permeabilidad intestinal.
Tomar infusión de manzanilla e hinojo
Por sus propiedades antiinflamatorias, la infusión de manzanilla es ideal para facilitar la digestión de forma natural. Además, ayuda a combatir esa molesta hinchazón en el vientre. Por su parte, el hinojo resulta apropiado para prevenir y tratar los gases o flatulencias.
Es importante señalar que cada persona tiene una tolerancia diferente en cada uno de los alimentos por ello es muy recomendable realizar LAS PRUEBAS DE INTOLERANCIA ALIMENTARIA.
En consulta realizamos las pruebas de más de 100 alimentos entre los cuales hay los que ocasionan más problemas digestivos.
De esta forma, con el resultado obtenido, podremos planificar una buena estrategia nutricional totalmente personalizada y adaptada a las necesidades y gustos de cada persona.
Si te interesa hacerte las pruebas de intolerancia para determinar los alimentos que te están perjudicando, ponte en contacto conmigo.