¿Qué puedo hacer para empezar a comer bien?

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Terminamos un año y empezamos una nueva temporada llena de buenos propósitos. Diciembre acostumbra a ser un mes cargado de excesos y de comilonas que suelen pasar factura si no estamos acostumbrados a comer este tipo de comida. Por eso es recomendable que al terminar las fiestas hagamos una limpieza de nuestro sistema digestivo. Para ello te propongo un Reto que te ayudará a hacer un «reset», a eliminar las toxinas acumuladas y a empezar el año con las pilas cargadas. Este Reto es el programa On-line DETOX POST NAVIDAD que ya llevo años preparando y que muchas personas han podido disfrutar. Este año empezaremos el día 14 de enero, ¡No te lo puedes perder!

Pero a parte del Detox también hay pequeños cambios que podemos ir implantando en nuestra alimentación. Así, sin darnos cuenta estaremos creando unos hábitos saludables que nos durarán para toda la vida.

 

Pequeños cambios para empezar a comer bien

Limpiar la despensa

Es importante deshacernos de todo lo que tengamos en casa que no queremos comer y que puede interferir en nuestra alimentación. No sirve de nada guardar algo que no queremos, no necesitamos y que no nos hace feliz. De esta forma evitaremos caer en la tentación de comer cosas que nos pueden perjudicar.

Equipar la cocina

Equipar la nevera y la despensa de alimentos que necesitaremos para llevar una alimentación saludable es una de las partes más importantes para lograr nuestro objetivo. Por lo tanto, es recomendable que llenemos la nevera de verduras de todos los colores y la despensa de frutos secos, semillas, cereales integrales, legumbres crudas o cocidas,… También podemos optar por comprar verduras congeladas. Tener carne y pescado en el congelador para ir consumiendo las raciones diarias nos ahorrará tiempo y nos aseguraremos de tener siempre proteína para montar un plato saludable.

Organizar las comidas

De esto ya os hablé en otro artículo que escribí sobre el Batch Cooking, pero me parece necesario volverlo a remarcar. Una buena organización del menú semanal y tener las comidas medio preparadas es la clave para que nos sea fácil seguir el planning propuesto.

Empezar el día con un desayuno saludable

Por mucho que parezca imposible, el pan no es imprescindible a la hora de desayunar. Podemos hacer un desayuno rico y mucho más nutritivo que un simple bocadillo de embutido. Os dejo aquí varias opciones saludables:

Si os apetece un bocadillo, os recomiendo que busquéis un pan de calidad y que lo rellenéis de algún alimento real. Intentad evitar el embutido ya que es un alimento procesado y apostad por hacértelo de atún, tortilla, aguacate, paté vegetal, hummus,…

Comer comida Real y evitar productos industrializados

Por televisión, en el supermercado, por las redes sociales,… nos bombardean para que consumamos productos industrializados. Si nos proponemos no comprar alimentos procesados y nos centramos en alimentos de verdad ganaremos mucho en salud. Es tan fácil como apostar por alimentos reales como verduras, hortalizas, frutos secos, frutas, semillas, cereales, legumbres, carne, pescado, huevos y combinarlos de forma adecuada.

Incluir en cada comida una ración de verdura

Una de las claves para empezar a comer más saludable es incorporar en la alimentación una ración de verduras en la comida y otra en la cena. Esta ración debe representar mínimo la mitad del plato.

Apostar por las grasas buenas

Los frutos secos, las semillas, el aceite de oliva, el aceite de coco, el aguacate, el pescado azul, las olivas son alimentos ricos en grasas saludables, necesarias para tener una salud óptima. Contienen ácidos grasos esenciales para el crecimiento y desarrollo de las funciones celulares, son buenas para la salud cerebral y nos ayudan a mantener una piel radiante e hidratada.

Agua para beber

La bebida más saludable y la que debemos consumir cuando tengamos sed debe ser el agua. Los refrescos están cargados de azúcar y por mucho que los consumamos en su versión “light”, no dejan de ser un producto ultraprocesado cargado de edulcorantes nada beneficiosos para la salud.
El vino no se debería consumir a diario ya que por muchos antioxidantes que pueda llevar, no compensa la cantidad de alcohol que contiene.

 

Si tuviera que daros un último consejo os diría que intentarais comer de forma saludable todo el año sin importar el día que sea. Pero esto es muy difícil de cumplir y más si vamos a comer fuera de casa. Por lo tanto, mi consejo más realista y el que acostumbro a dar en consulta es que si comemos algo que no estamos acostumbrados a comer ¡no nos torturemos! Lo ideal es disfrutar del momento sin culparnos y pensar que lo que realmente importa es que comamos saludable la mayor parte del año.

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