Alimentos que debemos evitar por riesgo de asfixia

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Nuestro bebé está a punto de cumplir los 6 meses y nos empezamos a interesar por cómo vamos a llevar a cabo la alimentación complementaria. Una de las preocupaciones que más me encuentro en consulta, es el miedo a ofrecer sólidos por riesgo de asfixia. Llegado este punto es muy recomendable que nos informemos bien antes de empezar ya que, de este modo, podremos disfrutar con total tranquilidad de esta etapa sin riesgos ni preocupaciones.

¿Qué es la alimentación complementaria?

La alimentación complementaria (AC) es el proceso en el que se van incorporando de forma progresiva al lactante, diferentes alimentos saludables, sólidos o líquidos, distintos de la leche materna o de fórmula. El principal objetivo, tal y como su nombre indica, es ir complementado la lactancia, nunca substituirla hasta los 12 meses.

¿Sólidos o triturados?

Esta es una decisión que debe valorar cada familia. Yo apuesto por hacer la incorporación con alimentos sólidos mediante el método Baby-Led Weaning (BLW). El BLW es una forma de ofrecer la AC en la que al bebé se le permite “dirigir” el proceso desde el principio. Los padres decidimos qué alimentos le queremos ofrecer y se los ponemos a su alcance, pero el bebé coge por sí mismo la comida y elige qué quiere comer y cuánta cantidad.

Beneficios del BLW

  • Al dejarles experimentar con los alimentos, les permite explorar distintos sabores, texturas y olores y aprenden a diferenciar cada alimento por separado.
  • Estimula la psicomotricidad ya que aprenden a coger los alimentos y a introducírselos en la boca a su ritmo. Comen la cantidad de comida que su organismo necesita.
  • Se respeta su mecanismo de hambre/saciedad cosa que hará que esté más abierto a aceptar nuevos alimentos, en un futuro.
  • Desde el inicio comen solos y los mismos alimentos que el resto de la familia, un punto a favor muy práctico ya que no tendremos que cocinar diferentes comidas.
  • Al ofrecerles trozos, estamos apostando por una alimentación con alimentos reales, que les nutrirán de verdad. Deberíamos evitar aquellos productos procesados, expresamente dirigidos a los bebés (cereales azucarados, mi primer danone, mi primera galleta,…).

Riesgo de asfixia

Hay estudios recientes que nos afirman que el riesgo de asfixia es el mismo en bebés que practican el BLW que en los bebés alimentados exclusivamente con purés. Diferentes organismos oficiales como la AAP o la AEP nos informan que, no debemos ofrecer a nuestros hijos alimentos sólidos con riesgo de asfixia independientemente del método de alimentación que se utilice. Además, todas las familias se deberían educar en prevención de atragantamientos para poder actuar de forma rápida en caso de que ocurra.

Textura y tamaño que deben tener los alimentos

Los alimentos se beben ofrecer con la textura y el tamaño adecuados para que nuestro bebé los pueda gestionar correctamente. Para saber si los hemos preparado con la textura ideal, debemos comprobar que los podamos aplastar con facilidad entre las yemas de los dedos o con la lengua contra el paladar. El tamaño de los alimentos debe ser más grande que su puño, hasta los 8-9 meses ya que así los podrá agarrar con sus manitas fácilmente.

Alimentos con riesgo de asfixia

Hay alimentos que por su tamaño o textura debemos evitar por riesgo de asfixia mínimo hasta los 3 años y según las últimas recomendaciones de la AEP, incluso deberían evitarse hasta los 5 años.

  • Alimentos duros; manzana, zanahoria cruda, pera poco madura
  • Los frutos secos enteros; nueces, avellanas, almendras, cacahuetes, pistachos
  • Alimentos cortados en forma de moneda; salchichas, zanahoria, perritos calientes
  • Las frutas y verduras redondas y pequeñas; cerezas, uvas, tomates cherry, champiñones enteros, gajos de mandarina pequeños, aceitunas
  • Alimentos duros o pegajosos; palomitas de maíz, Lacasitos, caramelos, piruletas, chicles, nubes

Consejos para evitar un atragantamiento

  1. Colocar el bebé sentado en la trona o en el regazo correctamente.
  2. Nunca dejarle comiendo solo sin supervisión de un adulto.
  3. Ofrecer los alimentos con el tamaño y la textura adecuados
  4. Evitar los alimentos que no podrá gestionar correctamente, sobre todo los que tienen riesgo de atragantamiento.
  5. No ofrecerle comida cuando tenga mucha hambre o sueño. Por ese motivo es importante ofrecer primero la lactancia materna o de fórmula.
  6. No introducirle alimentos en la boca.
  7. No distraerle con el televisor, la tablet, el móvil, …
  8. No atarlo en la trona: si lo tenemos vigilado, tal y como se aconseja, no se va a caer. Es recomendable no atarlos porque en caso de que tengamos que actuar por atragantamiento, lo podamos hacer sin perder el tiempo.

Al empezar con la Alimentación complementaria es normal que surjan varias dudas por eso, es de vital importancia que, antes de empezar nos formemos bien para que estemos seguros de que lo que le vamos a ofrecer a nuestro bebé es lo adecuado. Si confiamos al 100% de cada paso que estamos dando, podremos vivir esta experiencia tan bonita de forma relajada.


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