Crackers crujientes (sin gluten)

¿Qué tienen los alimentos crujientes para resultar tan irresistibles? ¿Por qué a los humanos nos pierde todo lo que haga “crunchi crunchi”?

Una de las cosas que más he echado de menos al dejar la alimentación convencional es prescindir de snacks o aperitivos crujientes. Está comprobado que la comida que más se vende es aquella que está etiquetada cómo crujiente. El sonido que desprende cuándo introducimos una patata chip en la boca aumenta muchísimo el placer de comer. Hace que no nos cansemos de un mismo sabor y seamos capaces de engullir, sin parar, hasta que se termine la bolsa.

Cuándo comemos un aperitivo crujiente tenemos que ser conscientes que tienen otros factores que nos vuelven locos cómo el azúcar, la sal y la grasa. Estos ingredientes son los que contribuyen a que no podamos parar de comer aún sabiendo que no son buenos para nuestro cuerpo. Por eso, en la consulta siempre recomiendo substituir los snacks industriales por otros que sean saludables y nos proporcionen este placer crujiente que tanto nos gusta cómo; chips de boniato al horno, chips de col kale, muesli casero con frutos secos, bastoncillos de zanahoria, apio, pepino, frutas deshidratadas o… ¡Estos increíbles crackers que te dejo a continuación!

El ingrediente principal de esta receta es el plátano macho, un alimento muy versátil que hace poco he introducido en mis recetas. Su pulpa tiene una consistencia harinosa que resulta idónea para amasar  los ingredientes sin necesidad de usar harinas o frutos secos. Su sabor, a diferencia de otros plátanos, no es dulce ya que apenas contiene hidratos de carbono sencillos o azúcares. Lo podemos usar para elaborar recetas dulces o saladas.

 

Ingredientes

  • 3 Plátanos machos verdes
  • 4 c/s de ghee (60ml)
  • 3 c/s de aceite de coco (60 ml)
  • 7 c/s de harina de yuca
  • 1 c/p de bicarbonato
  • 2 c/p de maca
  • 3 c/s de levadura nutricional
  • 20 aceitunas negras de Aragón
  • 2 c/s de chía
  • 1 c/s de orégano
  • Una pizca de sal

 

Preparación

1- Pre-calentamos el horno a 150º

2- Ponemos el plátano macho en la batidora junto con el Ghee y el aceite de coco deshecho.  Trituramos  bien durante unos minutos hasta obtener una mezcla homogénea. Tendremos que ir parando el procesador e ir moviendo la mezcla con una espátula.

3- En un bol a parte, mezclamos los ingredientes secos: harina de yuca,  bicarbonato, maca, levadura nutricional, 1 c/s de chia y sal.

4- Juntamos los ingredientes que hemos batido con los ingredientes secos y mezclamos bien hasta que queden todos bien integrados. Dependiendo del tamaño de los plátanos y su punto de maduración, es posible que tengamos  que ajustar un poco la cantidad de grasa o de harina de yuca. La textura de la masa debería ser parecida a la del hummus pero que podamos trabajarla bien con las manos sin que se nos enganche.

5- Quitamos el hueso de las aceitunas y cortamos la pulpa en trocitos pequeños mientras los vamos poniendo con la mezcla anterior.  Mezclamos bien.

6- Dividimos la masa en 2 partes iguales y hacemos dos bolas cómo lo hacemos con una base de pizza.

7-Colocamos un papel de hornear en la encimera, una de las bolas de masa y encima otro papel de hornear. Con un rodillo vamos extendiendo la masa hasta que quede bien fina, de un grosor de unos 3 mm. Retiramos con cuidado el papel de encima y ponemos la masa en una bandeja de horno. Repetimos el proceso con la otra bola.

8- Espolvoreamos la c/s de chía y el orégano con los dedos cómo si estuviéramos echando sal. Aquí es dónde podemos experimentar con diferentes ingredientes, dependiendo del gusto de cada uno.

8- Lo horneamos durante 15 minutos. Pasado este tiempo, sacamos la bandeja del horno y cortamos los crackers, de la forma que más nos guste,  con un cortapizzas.

9- Lo volvemos a introducir en el horno durante aproximadamente 75 minutos más. Lo iremos vigilando ya que el tiempo variará dependiendo de la potencia de cada horno y del grosor de los crackers. Tienen que quedar de un color tostado.

10- Sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

11- Se pueden guardar a temperatura ambiente, en un recipiente hermético, durante más o menos una semana.

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