Los días pasan volando y en un abrir y cerrar de ojos tendremos las fiestas de Navidad encima. Mi objetivo de este año es poder disfrutar de los típicos dulces de esta época sin tener que intoxicar el organismo con harinas y azúcares refinados. Estos polvorones son una opción saludable y una buena alternativa para los niños y para todos los que nos apetece comer algún dulce de vez en cuando. Son un buen substituto de los productos que nos venden en los comercios, rellenos de azúcares simples, tan contraindicados para la salud. Aunque muchas veces los etiquetan cómo saludables, debemos tener especial cuidado ya que debajo de esta etiqueta “natural” puede haber un sinfín de productos que no nos aportan nada y que encima son cero recomendables: harinas, azúcares refinados, conservantes, colorantes, emulgentes, saborizantes,….
Para no caer en la tentación de consumir todos estos productos que nos intoxican el cuerpo, hoy os propongo una receta sin conservantes ni ingredientes sucios para que preparéis los mejores dulces de Navidad con productos naturales.
Para obtener la pulpa de chufa tenemos que preparar horchata. Dejamos la chufa en remojo 24 horas. Pasado este tiempo la batimos con el litro de agua, la piel del limón y 1 c/s de canela. Lo filtramos con el colador de tela y obtendremos por un lado la horchata, la cual guardaremos en una botella de cristal cómo mucho un par de días en la nevera, y por otro lado la pulpa.
Batimos las virutas de coco hasta obtener un polvo fino. Reservamos una cucharadita para poner por encima de los polvorones.
Ponemos los ingredientes secos en un bol: 4 c/s de pulpa de la chufa, el coco, la harina de coco (reservando también 1 cucharadita para decorar), la sal, la canela y el azúcar de coco. Mezclamos bien evitando que queden grumos.
Hacemos un agujero en la parte central de la mezcla e introducimos el aceite de coco. Mezclamos con una espátula para que queden todos los ingredientes bien unificados.
Hacemos bolitas del tamaño de una nuez, apretando con las manos la pasta para que quede bien compacta. Les damos la forma deseada y las vamos colocando en una fuente.
Espolvoreamos la harina de coco junto con el coco triturado por encima de los polvorones.
Los guardamos en un recipiente de cristal con tapa, a temperatura ambiente o en la nevera, hasta el momento de consumirlos.
